Ya arrancaron las vacaciones «largas» y con ellas dos meses de tener a los niños en casa… o no.
Los cursos de verano son una bendición para muchas familias ya que permite a las jefas y jefes del hogar el continuar con su trabajo mientras sus hijos están ocupados y cuidados.
Sin embargo, los cursos de verano no son sólo para los pequeños hijos de padres y madres trabajadores. También para las mamás que se quedan en casa pueden ser una gran ayuda.
¿Recuerdas lo largas que eran las horas cuando eras pequeña? Las mamás no paramos, las tareas de la casa no se realizan solas, y el tener a los niños todo el día con nosotras, si bien, es una oportunidad para convivir con ellos, también requiere que dediquemos tiempo que durante la época de clases tenemos «libre» para nuestros quehaceres diarios. Y tenerlos encerrados y regañados o frente a la tablet o la tele todo el día tampoco el justo para ellos.
La buena noticia es que la mayoría (si no es que todas) las escuelas y lugares que ofrecen cursos de verano tienen la opción de elegir desde una semana hasta las que se requiera. Y para las mamás y papás que trabajan fuera de casa, hay opciones que también ofrecen horario extendido.
Los cursos de verano son una excelente oportunidad para que los pequeños conozcan más gente, adquieran y practiquen nuevas habilidades, se mantengan activos y entretenidos durante las largas vacaciones, y, para nosotros los padres, una herramienta para sobrevivir a las vacaciones en armonía con nuestros hijos y nuestras obligaciones de adultos.
Cuéntame, ¿qué opinas de los cursos de verano?